Se pude
ser feliz
a las seis
de la
mañana!
Gracias Pettinato por alegrarme las mañanas, o gracias simplemente por darle un toque distinto.
Subirme al coche y esuchar : "No importa el lenguaje ni las palabras ni las fronteras que separen nuesrto amor... oh dame tu amor a mi, estoy habalndo hablando a tu corazón..."
El desayuno corría con desventaja, hasta hoy!
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